junio 22, 2012

Salva el Ártico


El hábitat del oso polar y de toda la fauna del Ártico es amenazada por el calentamiento global, la contaminación causa que el hielo se derrita por lo que el oso queda sin superficie dónde vivir y aunque es un buen nadador no es capaz de nadar grandes distancias.

Aunado a esto, aprovechando que los casquetes polares se debilitan, las grandes empresas petroleras tienen la intención de instalar sus plataformas y perforar el Ártico. Todos sabemos del daño que causa un derrame de petróleo ya que en el Golfo de México y otros mares hemos visto lo que padecen los seres vivos que viven ahí, además de la contaminación que genera.

Debido a que el Ártico no pertenece a ningún país, gobiernos como Estados Unidos y Rusia están disputando la soberanía de esta zona y es importante que siga siendo de nadie y de todos, no únicamente de unos cuantos.
Si esto continúa crecerá el círculo vicioso de: extracción de petróleo, contaminación, más calentamiento y menos hielo.

En el mes de Septiembre se realizará una reunión en la Asamblea General de Naciones Unidas donde se espera que se proteja el Ártico nombrándolo Patrimonio de la Humanidad. Para esto Greenpeace espera reunir a nivel mundial un mínimo de 1 millón de firmar apoyando esta iniciativa.

Sumémonos a esta campaña ingresando a http://savetheartic.org/ y firmemos la petición. se pretende que el primer millón de nombres de las personas que firmemos permanecerá en el Ártico en un papiro dentro de una cápsula indestructible como testigo de esta acción. Al firmar podrás ver tu nombre en la página, en la actualización del conteo de firmas.

Este planeta es de todos y el problema también.

marzo 05, 2012

Recordando la aventura del MP

El día de ayer regresamos a Centro Médico, a Pabellón Cuauhtémoc después de varios meses y el recuerdo de las horas pasadas ahí llegó de inmediato, incuida la aventura que nos llevó al MP cerca de 3 horas en un mes de febrero.

Así que recordando un poco, esto fue lo que nos pasó:


Lo que empezó como una de tantas noches se convirtió en una secuencia de película de acción. Estábamos platicando muy tranquilamente en la banca de un parque la noche del miércoles pasado desde más o menos las 19 hrs., en lo personal me sentí segura todo el tiempo porque la zona estaba iluminada, pasaba gente y había seguridad, sin embargo y como siempre, giraba a ver quien pasaba y qué tan sospechoso se veía. En un rato de una hora y media pasó mucha gente haciendo ejercicio, cuando ves a las mismas personas dando varias vueltas deja de preocuparte, sólo prestas un poco de atención a aquellos que te miran a ti en lugar de seguir de largo, y a este tipo de personas las vi más de un par de veces, aunque con la compañía de un oficial de Seguridad Pública lo dejas pasar un poco de lado.

A eso de las 20:30 se acerca a nosotros un chavillo diciendo más asustado que seguro “denme todo lo que traen”, Gus se levanta y lo empuja a la par de que yo me levanto, esto creo, lo sacó más aún de concentración y le quitó la seguridad que le quedaba, sin embargo y por detrás se acerca otro chico un poco más alto, quien sujeta por detrás a Gus del cuello dejándolo inmovilizado, sólo entonces me preocupé y decidí entregar al muchacho lo que me pedía.

De pronto salió desde detrás de un árbol a pocos metros de nosotros un hombre muy robusto vestido de civil con pistola en mano y cortando cartucho diciendo “¡Ya valió madre, todos al piso, soy judicial!”, primero por supuesto me asusté pero al ver que no se dirigía a nosotros, sino a los asaltantes quedé bastante tranquila. Primero, el hombre dijo que era judicial, con lo que los chicos no tuvieron de otra más que quedarse quietos, uno sobre el otro en el suelo, el policía le dio a Gus su teléfono para llamar a un compañero, pero al hacerlo suena la grabación "lo sentimos, el saldo de tu amigo se ha agotado..." (¡¡No @#$/%"#), por suerte iba pasando una pratrulla, así que corrió a alcanzarla mientras el oficial custodiaba a los 2 muchachos . Cuando ellos ya estaban dentro de la patrulla, el hombre nos confirmó que no es judicial sino oficial de seguridad pública y que estaban implementando un operativo, también nos pidió nuestro apoyo para declarar y que los asaltantes no pudieran salir. Aquí viene lo interesante; declaramos que fuimos asaltados con violencia y lo robado fueron los celulares y la cartera, dijeron que sería rápido, así que fuimos al MP más cercano que lleva investigaciones de menores de edad (si, los chicos de edades de 16 y 17 años). Ahí llegamos alrededor de las 21 hrs. y esperamos cerca de 1 hr. mientras ingresaban a los muchachos, les tomaban la declaración y un médico los valoraba. El apoyo pedido por los oficiales constaba de declarar que sí nos habían robado, que hubo violencia y que el policía que nos auxilió estaba uniformado. Así pues, y con su apoyo, afinamos los detalles de dicha declaración y la plasmamos en papel. Para nuestra sorpresa, a la hora de retirarnos nos pidieron dejar nuestras supuestas robadas pertenencias , o sea que por andar ayudando teníamos que regresar a casa sin celulares, cartera y casi sin dinero, y además a las 23:30 hrs. Al salir un señor se nos aproximó diciendo que era el padre de uno de los asaltantes y quería saber qué había pasado. La única respuesta posible debido a la hora era que no podíamos quedarnos a explicarle o de lo contrario no alcanzaríamos el metro.

Las reflexiones (propias y ajenas):

1. ¿Qué hacíamos a las 20:30 en un parque? Bueno, no es la primera vez, ya conocíamos el lugar y esa zona en particular estaba iluminada, además no podemos estar pensando que va a pasar a cada paso que demos.

2. ¿Por qué hacer una declaración falsa?, hay que tomar en cuenta las concecuencias de eso y hay que tener más malicia ya que los policías no lo hacen nada más por buena gente. Es cierto, siempre hay concecuencias y para este respecto espero que no las haya; por otro lado, qué hubiera pasado si en efecto hubieramos sido asaltados, creo que ni el padre de los chicos ni los policías les hubieran dicho "échennos la mano para devolverles sus cosas", además no podemos estar adivinando la intenciones de la gente.

3. La preocupación de los padres (por lo menos del que apareció). Vi el rostro de preocupación del hombre al que llamaron para avisar que su hijo estaba detenido por robo. Lo que sentí no fue lástima sino pena porque se notaba que el hombre no sabía en lo que su hijo estaba metido y por qué habría de saberlo, todos sabemos que no nos gusta decirle a nuestros padres lo que hacemos aunque no sea nada malo.

4. El tipo de personas que frecuentan el M. P. Hay una constante que noté en el lugar, la gente que lo frecuenta es de pocos recursos y lo que más se ve son madres preocupadas que, o no sabem en lo que sus hijos están metidos o están desesperadas porque no logran que sus hijos dejen ese tipo de actividades.

En fin, sé que no fue lo más correcto sin embargo los chicos no piensan igual, y como dice el refrán "de que lloren en mi casa a que lloren en la suya".