noviembre 01, 2011

Una década de trabajo

Me tardé un poco y precisamente por cuestiones de mucho trabajo y poco tiempo.

Comencé mi semana laboral (pasada por cierto) conmemorando ya una década de haber comenzado a trabajar. Cuando va pasando el tiempo no notamos los cambios y a veces no le damos importancia a las cosas por las que pasamos pero al mirar atrás vemos lo que hemos crecido como personas, lo que hemos aprendido y el largo camino que hemos recorrido. Eso fue lo que me pasó.

Como mucha gente, pensé que en todo este tiempo no había logrado mucho con mi vida ni había tenido tantos éxitos en mi carrera profesional como hubiera querido, y aunque sí, aun hay cosas que no he terminado y otras tantas que falta por empezar, el camino recorrido es muy bueno porque me ha traido a ser la persona que soy hoy: los errores cometidos, las lecciones aprendidas y por qué no, la gente que de una u otra forma nos ha acompañado.

Por eso agradezco estos 10 años y bienvenidos los siguientes 10 que aún hay muchas cosas por hacer.

octubre 28, 2011

Lo que pasa por "monear" en el metro

Ayer por la mañana de camino a la oficina, en el trayecto de la Línea 4 del Metro (Martín Carrera - Santa Anita), entre todos los pasajeros se oyó la voz de una mujer que comenzó a gritarle a 2 pasajeros y el motivo es que se estaban drogando; dijo más o menos así:

¡Oigan que les pasa, se nota que se están drogando no inventen! ¡yo voy a trabajar, me acabo de bañar, tengo la nariz muy sensible y hace un =?"#%@ de frío no m@m#n! ¡si quieren matarse las neuronas es su bronca pero en su casa o haber donde, así que háganos un favor a todos y bájense en la próxima estación!

Cualquiera hubiera pensado que la tipa estaba loca, era una exagerada y sobre todo, que las personas a quienes les gritó la ignorarían o le gritarían algo peor. Lo que pasó fue que sí se bajaron del metro con caras de pena admitiendo lo que estaban haciendo.

Moraleja: Si crees que algo está mal, dilo aunque la gente te vea como bicho raro.

octubre 21, 2011

Coqueteando en el metro

El sábado tuve que ver a un amigo en la estación Tacuba de la línea 2, y como llegué un poco temprano decidí observar lo que pasaba a mi alrededor. Lo que me encontré fue a un oficial conversando con una chica en el andén, al principio pensé que la chica era vagonera y la había detenido pero no tenía mochila ni nada que indicara que trajera mercancía. No, estaban echando novio; el oficial se acercaba muy insistente mientras ella trataba de guardar distancia, pero después de un rato, y entrando en confianza, la chica empezó a hablarle de cerca, quitarle los boligrafos de la bolsa y acariciarle el hombro; esto por supuesto fue más que notorio por todos los presentes, y el oficial al darse cuenta de las miradas de todos sobre él comenzó a hablarle de perfil y manotear cuando la mano de la chica se acercaba, pero no dejó de hablar con ella.

Cada vez que llegaba un metro él se acercaba a "ver que todos bajaran correctamente y que no hubiera problemas" o que se yo, a mí me pareció que quería disimular, pero al irse el tren, regresaban a su lugar a seguir ligando.

Al poco rato la chica paso de acariciarlo a golpearlo suavemente en las mejillas y darle nalgadas con su bolsa de plástico y el oficial únicamente intentaba (sin mucho éxito ni ganas obviamente) evitar las acciones de la chica.

Al sentir más y más miradas de "¡¿estás trabajando o qué carambas?!", por parte de los pasajeros el oficial optó por retirarse con la chica hacia los torniquetes hasta que ambos se fueron.
Después de un rato el oficial regresó a los torniquetes como si nada hubiera pasado pero ya era un poco tarde, su credibilidad como figura de autoridad había quedado por los suelos.

Poco después yo ví a mi amigo y al cambiar de andén para regresar me encontré nuevamente al oficial, saqué mi teléfono y él se fue casi corriendo. Creo que pensó que le tomaría más fotos.

¿No se suponía que estos y todos los oficiales deben tener un trato cordial pero distante con los ciudadanos?

Que cosas, ¿no?

septiembre 08, 2011

El Planeta de los Simios


El fin de semana ví El Planeta de los Simios [R]evolución;  a muchas de las personas que vieron las versiones anteriores no les gustó ya que dicen, la historia no tiene nada que ver con la original; otros dicen que no les gustó tanto que hayan "humanizado" a César (ya que a la gente no le gusta que las animaciones se vean reales, parece que no quieren competencia).

Yo no he visto ninguna de las otras películas pues nunca me llamaron la atención, pero ésta precuela (porque aquí se cuenta como empieza todo) me agradó bastante y no tanto por los efectos o las actuaciones, aunque hay que decir que, para mi gusto, César fue quien actuó mejor; sino por el retrato del tema y la triste realidad de cómo es más 'animal' el hombre al sacar de su hábitat a los demás seres, trayéndolos a ésta sociedad esperando que se adapten, sintiéndose dios al usarlos para únicamente su beneficio sin respetarlos a ellos o su ambiente.

La película tiene una excelente trama, buen tiempo y cuenta la historia de una manera que engancha desde el principio.

Aquí el trailer :)

abril 20, 2011

Cuando nuestra mente nos enferma








Tanto la medicina holística como la ortodoxa coinciden en que las enfermedades son causadas por nuestro estado mental y nuestras emociones. A continuación, algunas de las razones por las que nos duele lo que nos duele:






El resfrio chorrea cuando el cuerpo no llora

El dolor de garganta taponea cuando no es posible comunicar las aflicciones

El estomago arde cuando las rabias no consiguen salir

La diabetes invaden cuando la soledad duele

El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta

El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan

El corazón afloja cuando el sentido de la vida parece terminar

Las alergias aparecen cuando el perfeccionismo está intolerable

Las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas

El pecho aprieta cuando el orgullo esclaviza

La presión sube cuando el miedo aprisiona

Los nervios paralizan cuando el niño interior tiraniza

La fiebre calienta cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad

Las rodillas duelen cuando tu orgullo no se doblega

El cáncer mata cuando te cansas de vivir






Esta liga del programa de Martha Debayle nos detalla más las consecuencias de la negatividad en nuestro cuerpo:















Si tus dolores callan, ¿cómo habla tu cuerpo?



marzo 09, 2011

Hoy cumplo un año de trabajo, el cual por cierto se fue rapídisimo, se llevó mi depresión, preocupaciones y desgano en casi todo lo que hacía, y me trajo estabilidad, tranquilidad, mejor economía y unos cuantos kilos de más, ya que por el estrés del desempleo perdí peso drásticamente.
Este año se ha ido rápido, han pasado cosas muy buenas y siento que realmente estoy avanzando.
¡A echarle ganas para el segundo!

febrero 18, 2011

San Guinefort, el perro santo


Acabo de enterarme que tenemos un perro santo, bueno en Francia lo tuvieron y el día de hoy sigue siendo recordado por su hazaña y es famoso sobre todo por el injusto y cruel castigo que sufrío. Y esta es la historia:



Este galgo vivió en Lyon, Francia, alrededor del siglo XIII.

Un día su dueño salió todo el día y dejó a su hijo en su cuna, junto al perro. Al volver, vio que el perro tenía el hocico lleno de sangre e imaginó lo peor: que en su ausencia, Guinefort había devorado a su heredero.


Montado en cólera, arremetío contra el perro a golpes de bastón hasta matarlo. Cuál fue su sorpresa al escuchar el llanto de su hijo, a quien fue a ver en su cuna, y al lado de ella, encontró una víbora muerta, destrozada por el galgo, junto a su hijo sano y salvo.


Este santo fue recogido por el escritor Bernand Cornwell en su libro Arqueros del Rey, sin embargo, tiene otra versión. Guinefort había salvado al niño de un lobo, al esconderlo junto a la cuna. Pero de todos modos, fue asesinado por su dueño.


Arrepentido, el caballero entierra al noble animal en el bosque, y comienzan a circular los rumores de milagrosas curaciones gracias a la intervención divina del perro. Pronto se convierte en un santo popular no reconocido por la iglesia, sobre todo para la seguridad de los niños.


Sin embargo, la inquisición consideró su culto una herejía, por lo que exhumó el cadáver y quemó sus restos. Pero eso no impidío que el culto continuara hasta bien entrado el siglo XX, y se recuerde al perro como un gran defensor de hogares, hijos y amos.


El "santo" de este perro es el 22 de agosto, y su oración es: "San Guinefort, protégenos de los idiotas y las serpientes malvadas".



Muchos sabemos de historias como ésta, bueno la mayoría sin la víbora, que nos demuestran una y otra vez la nobleza y grandeza de estos seres.


Al saber sobre este perro y su dueño llego nuevamente a 2 conclusiones:

1. A veces el hombre es tan estúpido que pega (y mata) antes de preguntar y se deja llevar por las apariencias.


2. Entre más conozco al hombre más quiero a mi perro.